viernes, 6 de agosto de 2010

Lecho Floral.



La navidad estaba a la vuelta de la esquina,
nos trasladamos a una casita,a un lado un valle, y al otro un acantilado,
un alquiler para unos días especiales, con la gente más allegada.

Mi madre, cocinaba con ansía y con placer, 
una rica cena hecha con el mayor esmero que una buena cocinera podría dar de sí.

Mi hermana, acomodada en su cama, leía un libro titulado "Ojos de brujo" 
el cual ya llevaba una semana leyéndolo.

Y mi padre, cambiaba una y otra vez con el mando a distancia la televisión, 
puesto que no se cogía casi ningún canal en la situación donde la casa estaba construida.
-Problemas de la antena!- gritaba mi padre.

Yo en cambio, lo único que hacia era cotillear la casa de abajo a arriba, 
pues era una casa de las antiguas, las cuales siempre suelen ocultar algún secreto.
Llegado a la tercera planta, las escaleras chirriaban por la madera humedecida 
y carcomida por los diferentes insectos que pudieran haberla habitado.

Desde el ventanal, se divisaba un faro, 
el cuál estaba asentado en una de las rocas más altas que se metían en el mar.
Se veían unas olas enormes que chocaban con ferocidad contra aquel faro, 
que parecía que de un momento a otro iba a demolerse haciendo un efecto dominó
sobre la plataforma rocosa en la que residía.

Un rayo, que salió de la nada, me asustó, 
pues se aproximaba una tormenta invernal, con fuertes vientos huracanados.
-lo que me faltaba!- noche de pesadillas con ruidos extraños que salen de la nada ...

Mientras bufaba de solo pensarlo....
vi un hilo el cual salia del techo...
-Un desván?!!!- grité, 
pues es un sitio donde siempre se han escondido o guardado 
todas las cosas que se han visto innecesarias en una casa.
Estiré de la cuerda y poco a poco se iba abriendo la trampilla, 
y el deslizamiento de una escalera minúscula por el hueco iba asomando...
la agarré con fuerza y tiré hasta abajo del todo para posarla sobre suelo firme.
Ascendí con mucho cuidado esos escalones minúsculos, 
los cuales se movían de lado a lado, y chirriaban como si se fueran a romper..

Ya arriba, asome la cabeza, pues siempre se hace lo mismo, primero mirar y después subir,
o eso es lo que nos han enseñado de pequeños, 
o que la caja tonta a influido en nosotros, 
que siempre hacemos el mismo gesto cuando subimos a un sitio así.

No se veía nada, pues la luz de la casa no llegaba a alumbrar 
más del simple hueco de la escalera, 
con los rayos que caían más frecuentemente, 
puesto que la tormenta ya estaba por arriba de la casa, 
se veían ciertas cosas, que a penas me daba tiempo a saber de que se trataban..
Un rayo cayó en un árbol seco del jardín, 
y una llamarada alumbro el desván con gran cantidad de luz, 
tenia que correr, 
pues las gotas de lluvia empezaban a caer, 
y antes de que se desvaneciera la luz, 
tenia que ver todo lo que allí arriba se escondía.
Un arcón de madera de gran volumen apoyado sobre unos tablones de madera 
que separe y arrastré hasta el hueco de la escalera, 
pues antes de quedarme sin luz prefería bajarlo y ver que podía contener.

Una vez bajo, lo arrastré hasta llegar a una habitación, 
en la cual me dispuse a abrirlo, y a ver el contenido del mismo.

Sacar las patatas del arcón!!!!!
...
-Un libro?... un arcón tan grande para guardar un libro?- enfadado estaba por el hallazgo, pues yo me esperaba algo más que un simple libro viejo y cubierto por todo el polvo de a saber cuantos años.

Me baje el libro al salón, 
donde se encontraba mi padre ya enfadado por que la tormenta 
había jodido ya del todo la antena y ya no podía ver ningún canal.

Mi madre de pronto grito - A cenarrrrr!!!- 
todos nos acomodamos en aquella mesa de madera rústica la cual, 
no es por decir nada, pero no llegaba a la mesa de lo alta que era...
en unas miradas entre todos, todos nos empezamos a reír, 
pues era una situación cómica por que no llegábamos ninguno a la dichosa mesa.

Optamos por sentarnos en el suelo en plan picnic campestre, 
pero en suelo un poco más duro de lo normal que en los picnics.

Después de la cena, las luces hicieron un chasquido, 
pues el fusible había saltado y con la trompa de agua que estaba callendo 
nadie podía salir a la caseta de madera donde se encontraba los fusibles, para volverlos a enchufar.
Así que mi madre empezó a sacar múltiples velitas las cual las colocamos por todo el salón.
Mi madre dijo: -Y si jugamos a algo todos juntos?- ...
todos la miramos con la cara desencajada pues ninguno teníamos ganas de jugar a un juego como el parchís o tonterías de esas que jugábamos con nuestra madre cuando eramos pequeños.

Yo solté, -Antes he encontrado un libro viejo en el desván, 
voy a traerlo a lo mejor está interesante!- 
todos asintieron con la cabeza, 
y mi madre enfadada por el fondo refunfuñaba diciéndome: 
no tenías que haber subido a ningún desván que algún día íbamos a tener un disgusto.

Baje el libro bajo con la familia, 
y se lo cedí a mi hermana la cual tenía más facilidad al leer un libro, 
puesto que toda su vida ha estado leyendo libros sin parar, 
y fluidez no le falta.


Mi hermana abrió el libro por la primera hoja...

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1930'. 22-10. Aidan

Hoy empiezo a escribir este libro, me llamo Aidan tengo 25 años, y resido en Death Valley, un valle precioso en el cual me he criado, rodeado de arboles gigantes y frondosos, animales por doquier, que emiten sonidos de fantasía a mi paso, cada vez que hago el sendero para disfrutar de la naturaleza.

Ayer por la tarde, cortando leña para encender el fuego de la estufa, sentí un picotazo en la espalda, una avispa? posiblemente, aunque creo que era otra clase de insecto el cual gozo dándome un picotazo y dejándome un poco lisiado, pues el dolor era constante, y no se me quitaba la rojez de la espalda.

29-10.

Lo siento haber tardado en  volver a escribir, pues de médico en médico he estado a causa de la picadura que conté, no saben bien que es, pues dicen que de alergia se trata, y por eso la reacción tan fuerte que mi cuerpo a tenido.
La piel la noto como suelta, es una sensación rarísima, la cual me siento impotente al no saber que hacer, ni donde acudir.
Me encuentro fatal, y la única cura es esperar...
Fdo: Aidan

5-11.

.... no puedo más, en cama estoy viendo como los días pasan sin cesar, y nadie me quiere ayudar, dicen (Un caso perdido más...), acaso no sigo vivo?, ya me dais por muerto por una simple alergia, malditos incompetentes.
Las ventanas las tengo cerradas, pues la luz hace que me salgan llagas en la piel, quemaduras de leve grado a causa de los rayos directos, alergia también?
Si al final va a resultar que soy alérgico a todo, que me tengo que encerrar en una burbuja y no salir más de ella, quizás así si que podría vivir en condiciones...

14-12.

Consumido estoy ya... apenas puedo sujetar la pluma con la que escribo este libro, me pesa... me pesa todo y todo me cuesta un mayor esfuerzo del que habitualmente solía hacer..
Parece mentira 25 años, y aquí estoy en una cama sin poder moverme, sin poder dar el paseo que tras meses no he podido dar, sin poder ver a mis amigos y familiares, por posible enfermedad contagiosa, aislado del mundo encerrado en una casa solitaria al final del precioso valle, junto al acantilado.
Ya no puedo ver los barcos desde el ventanal, y ese faro alumbrando kilómetros a la redonda, advirtiendo de las enormes paredes rocosas...
Ya no veo nada ...

22-12.

Navidades? creo que eso no lo voy a conocer ni este año, ni ninguno de los siguientes, puesto que esta enfermedad va a consumirme hasta los huesos.
Solo tengo hambre, un apetito voraz me resurgió ayer de la nada, sentí la necesidad de comer, pero después de hacerme unas tostadas con mermelada, lo vomité todo...
Alguien podría decirme que pasa?


-Para de leer!- dijo mi madre a mi hermana, 
mientras todos estábamos atentos a esa lectura que mi hermana con perfección estaba contándonosla.
-Esto es real!, ya no quiero que sigas leyendo-
-Mama no pasa nada es de 1930, aquí ya no queda nada, 
simplemente este libro el que narra sus últimos días de vida, 
que aunque agonizando, nos ha dejado para que nosotros podamos leerlo.
Mi madre bufo, y mi hermana siguió leyendo.

25-12.

Navidad!
hoy me siento muchísimo mejor, y no por que sea Navidad, aunque me alegra que hoy sea el día.
Ayer saqué un filete de la nevera el cual mi sobrino Nathan me dejó.
Aquel filete que ni siquiera pude cocinar, pues no me quedaban fuerzas ni para encender el hornillo, volqué el plato que contenía la sangre que el filete había despedido, y me la bebí, pues no podía masticar nada, las fuerzas no me daban para más.

Después de beber esa sangre me sentí genial, como si el saciar el agujero en el estomago no me hubiera costado nada, las fuerzas brotaban por mi piel, y me sentía vivo, cansado, pero a la vez vivo.

1990'. 26-04.

Deje abandonado este libro a su paso, pues no me acordaba ni de escribir, lo siento mucho.
Llevo una vida genial, en la cual, por las mañanas no puedo salir, sigo siendo alérgico al sol, o eso es lo que dicen, y me alimento de la sangre de los animales.
Triste, ya que yo era uno de esos que aman los animales por encima de las personas.
Pero que podía hacer? instinto de supervivencia, si algo te hace falta tienes que cogerlo, por lo menos cazo, para comer y no por diversión.

15-05.

Me quiero morir, pues ayer sucedió lo que nunca tenia que haber pasado...
Una niña de corta edad, tocó el timbre del portal, eran las 22:30 de la noche, y la luna caía sobre aquel valle,me acerque, y abrí con emoción al recibir una visita, la cual en muchos años sería la primera.
La niña vendía unas galletas echas a mano por su madre, las vendía para sacarse algo de dinero para el viaje de fin de curso.
Le ofrecí un billete de 20€ pues no me servían de nada aquellas galletas las cuales parecían que sabían genial, la niña acepto, pero cuando lo cogió se corto con el filo de ese maldito billete.
La sangre empezó a fluir por su dedito, y la niña me miró, su cara lo dijo todo, pues mi cara de placer al ver la sangre correr por su mano, despertó en mi una fiera, que mejor haber dejado encerrada por años.
Un monstruo! eso es lo que soy, un bicho maligno que retorno de la muerte para causar el caos, una amenaza constante...

Se me ha metido algo en el ojoooo!!!

Me encerraré en el desván, pues tengo que pensar, en que hacer, no me queda mucha alternativa...

2010'- 15-12.

He estado encerrado, en el anonimato, no he abierto la puerta a nadie, aunque sé que han entrado a la casa buscándome...
En todo este tiempo, tengo la solución.
Pues con mi atrocidad no me merezco vivir, una soga al cuello, y exponerse a los rayos directos del sol, lecturas de las que me han hablado que quizás sirvan de algo.
El árbol que bajo del faro se esconde, un árbol milenario de ramas negras quemadas por el sol, y con forma abstracta creado por la erosión de las constantes corrientes marítimas
Ese árbol será el último punto de mi vida, tendría 80 años en este momento, y sigo con la edad de un joven de 25 años, al cual le mordió un maldito murciélago de los bosques del valle.

Dejo mi huella dactilar marcada, en esta última hoja que voy a escribir,
para dar por echo que firmo mi muerte, por que no puedo vivir con el recuerdo de aquella niña a la que le sonsaque hasta el alma.
LO SIENTO MUCHÍSIMO Y NO SABÉIS CUANTO...

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Un silencio con un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.. 
aquello... de verdad era real?

-Vamos!- Mi hermana grito, 
pues quería observar si de verdad Aidan perdió la vida, y era todo real, 
pues solo hacía 10 días desde que anunció su suicidio.

Andamos durante una hora y media, el sol ya había salido, 
y la tormenta había pasado, todos rezábamos por dentro, 
para que cuando bajásemos a la parte baja del faro 
no nos encontrásemos ni si quiera el maldito árbol.

....
Aquel árbol seguía ahí... justo como lo describió, 
sus ramas erosionadas por el viento y el agua, 
habían tomado formas espectaculares.
Una cuerda se veía, 
nos acercamos para verla de cerca, 
y la cuerda estaba quemada con aun restos de cenizas, 
el cuerpo que no aguantaba el sol, fue consumido poco a poco, 
hasta crearse un cumulo de cenizas, 
las cuales se expandieron por ese mar, 
el cual Aidan vio durante años, y jugo con sus amigos por las cercanías.

-Descansa en paz.. tú no tenias la culpa de nada Aidan- 
dijo mi madre con lágrimas en los ojos.


Por que el descanso total, 
no llega hasta que no descanses en un lecho floral.   
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